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El estoicismo es una de las filosofías más prácticas de la antigüedad y, por lo tanto, se adapta perfectamente a nuestras vidas diarias para ayudarnos a vivir de manera más feliz y resiliente.

Los estoicos mismos incorporaron la filosofía en su rutina diaria. Marco Aurelio tenía su diario y evitaba deliberadamente la indulgencia excesiva en la comodidad, y Séneca el Joven hacía un hábito de reflexionar sobre los eventos del día después de que su esposa se iba a la cama al final de cada día.

Aquí hay algunas maneras en que podemos crear una rutina estoica nocturna para terminar cada día de manera constructiva.

REFLEXIONA SOBRE LO QUE PASÓ EN EL DÍA:

Uno de los relatos más descriptivos sobre la práctica nocturna de un estoico antiguo proviene de una de las cartas de Séneca a su amigo Lucilio. En la carta, titulada «Sobre el Aislamiento del Filósofo», Séneca arroja luz sobre su propia práctica personal de reflexión y cómo puede beneficiar a otros:

«Cuando se ha apagado la luz y mi esposa ha guardado silencio, consciente de este hábito que ahora es mío, reviso todo mi día y repaso lo que he hecho y dicho, sin ocultar nada de mí mismo, sin dejar pasar nada.»

Seneca sugería que al final del día, uno debería retirarse a la soledad y repasar mentalmente todas las acciones, pensamientos y palabras del día. Reflexionar honestamente sobre cómo nos enfrentamos a ellos, cómo reaccionamos y las cosas que hicimos bien o donde fallamos.

Esta práctica es una forma de hacer un inventario moral y de comportamiento. Él creía que al resaltar nuestros errores, podemos ser más conscientes de ellos, aprender de ellos y buscar maneras de ser mejores en el futuro.

Creo que es importante aclarar que el propósito de esta autoevaluación no es promover la culpa o el auto castigo, sino ayudar a desarrollar una autoconciencia sobre cómo nos enfrentamos al mundo que nos rodea y comprometernos con el desarrollo personal en las áreas que consideramos que lo necesitan.

Una de las primeras cosas que podemos hacer es repasar los eventos del día y dedicar unos minutos a hacernos algunas preguntas. Esto se puede hacer a través de escribir en un diario o simplemente como parte de una meditación.

EL PROCESO:

1.Encuentra un lugar tranquilo: Debe ser un espacio donde puedas sentirte libre de distracciones. No tiene que ser una habitación separada; puede ser simplemente un rincón tranquilo de tu hogar.

2. Revive los eventos del día: Recorre mentalmente tu día, comenzando desde la mañana y avanzando hasta el momento en el que estás ahora. Reflexiona sobre tus acciones, decisiones, deseos, emociones, conversaciones y reacciones.

3. Evalúa tus acciones: Pregúntate cosas como:

  • ¿Actué de acuerdo a mis principios y valores?
  • ¿En qué fallé?
  • ¿Cómo podría haber manejado las situaciones de manera diferente?

4. Reconoce errores y aprende: En lugar de quedarte atrapado o ser demasiado crítico con tus errores, míralos como oportunidades de aprendizaje. Considera cómo podrías enfrentar situaciones similares en el futuro.

5. Planifica para mejorar: Piensa en cómo puedes integrar las lecciones aprendidas en el día siguiente. Comprométete a intentar actuar de manera más sabia o virtuosa.

REENMARCAR EVENTOS NEGATIVOS:

Reenmarcar no es exclusivo del estoicismo; se encuentra en la psicoterapia, el método socrático y un puñado de otras filosofías y prácticas prácticas que se utilizan para crear una mentalidad más constructiva.

En la filosofía estoica, una de las enseñanzas fundamentales es que el individuo es responsable de cómo interpreta el mundo y sus reacciones ante él.

La forma en que reaccionamos a los eventos que nos rodean está influenciada por lo que creemos que es cierto sobre el mundo, sobre nosotros mismos y sobre los demás.

Estas creencias son nuestra responsabilidad, y para reaccionar de manera más positiva y constructiva, necesitamos deshacernos de creencias negativas y reenfocarlas.

Para nuestra práctica estoica, una tarde puede incluir:

1.Reflexionar sobre cualquier desafío o interacción negativa que haya ocurrido a lo largo del día.

2. Pensar en cómo percibimos estos desafíos e interacciones negativas y si los empeoramos debido a creencias negativas o poco realistas.

3. Si encontramos una creencia o expectativa que es poco realista, pensar en una creencia más constructiva que pueda reemplazarla.

4. Si nos sorprendemos haciendo suposiciones sobre personas o cosas, ¿podemos ser más generosos o darles el beneficio de la duda?

5. ¿Qué podemos aprender de la experiencia?

6. ¿Cómo podemos usar todo lo anterior para ayudarnos a crecer?

Estos son solo algunos ejemplos de las preguntas que podemos hacer. El Método Socrático también es una herramienta común que se usa para replantear nuestras creencias y suposiciones, y te recomendaría que le echas un vistazo si estás interesado en este tipo de desarrollo personal.

Leer Textos Estoicos:

Los dos ejemplos anteriores son impulsados por uno mismo. Con esto, me refiero a que nos sentamos con nuestros propios pensamientos y exploramos nuestras propias mentes.

Sin embargo, también hay beneficios en recordarnos a nosotros mismos la filosofía fundamental del Estoicismo, revisitando lecciones de Epicteto, Séneca, Musonio Rufo o Marco Aurelio, y utilizando su sabiduría para guiarnos en nuestra propia práctica.

Para esto, podemos incorporar de 5 a 10 minutos de lectura en nuestra rutina diaria para revisar las enseñanzas de los antiguos estoicos y evitar alejarnos demasiado de los fundamentos de la filosofía.

Si bien no hay nada de malo en desviarse y encontrar nuestra propia práctica fuera del Estoicismo, leer las obras de los antiguos estoicos a menudo nos ayuda a encontrar consejos que podríamos haber olvidado y la inspiración que podríamos necesitar.

Algunos de estos libros pueden incluir:

  1. Meditaciones de Marco Aurelio
  2. Enquiridión de Epicteto
  3. Cartas de Séneca
  4. Ensayos de Séneca
  5. Lecturas y Fragmentos de Musonio Rufo

PRACTICA LA VISUALIZACIÓN NEGATIVA:

Los estoicos tenían una forma bastante poco convencional de cultivar la gratitud y enfrentar el miedo a la pérdida.

En lugar de aferrarse con fuerza a lo que tenían y amaban, pasaban tiempo visualizando la pérdida de las cosas que valoraban, fracasando en lo que querían lograr y enfrentando resultados que preferirían evitar.

De esta manera, lograron dos cosas:

  1. La visualización de la pérdida les ayudó a desarrollar un sentimiento de gratitud por lo que tenían. Saber que algún día se irá, ya sea una persona o una posesión, nos hace apreciar lo que tenemos mientras lo disfrutamos
  2. Al imaginar la pérdida, disminuimos nuestro miedo a ella. Cuando nos ponemos en un estado mental de pérdida, a menudo descubrimos que, aunque sentiremos tristeza y dolor, al final estaremos bien. La tristeza y el dolor simplemente significan que valoramos lo que tenemos, lo que a su vez refuerza nuestros sentimientos de gratitud.

Para nuestra práctica estoica de la tarde, podemos reflexionar sobre:

  • ¿Cómo me sentiría si perdiera a un ser querido, una posesión o una circunstancia determinada?
  • ¿Estoy dando por sentado estas cosas?

Esto no está destinado a ser mórbido, sino más bien una herramienta para apreciar el momento presente y las bendiciones que actualmente hay en tu vida.

PREPARARSE PARA MAÑANA:
Para finalizar nuestra práctica de la tarde, podemos prepararnos para el día que viene. Miramos hacia mañana y decidimos de antemano cómo queremos afrontar el día, qué virtudes nos gustaría encarnar y cómo podemos mejorar nuestro comportamiento en comparación con el pasado.

Podríamos tener una reunión, una fiesta de cumpleaños, un aniversario, un partido deportivo o cualquier número de eventos de la vida que nos brinden la oportunidad de actuar de acuerdo con nuestros valores.

O puede que tengamos un desafío en el horizonte que pondrá a prueba nuestra paciencia, nuestra fuerza de voluntad o nuestra integridad.

Los estoicos creían en estar mentalmente preparados para los desafíos, y para ello, podemos considerar preguntas como:

  • ¿Qué desafíos potenciales podría enfrentar mañana?
  • ¿Cómo son estos desafíos similares a los que he enfrentado en el pasado, y puedo abordarlos de manera diferente?
  • ¿Cómo puedo enfrentarlos mejor con virtud y sabiduría?